jueves, 16 de febrero de 2012

Encuentro de experiencias educativas virtuales

Aprovechando el tinto de pasillo de las 4 pm en la oficina se abre la discusión frente a los avances en la maestría, donde manifiesto mi preocupación (cada vez más reducida afortuadamente) del trabajo en el escenario virtual, la capacidad de adaptación permanente que voy perfeccionando y el ejercicio de automotivación para aportar a la construcción de mi propio aprendizaje.

Resaltamos en primer lugar la importancia de "estar conectados", coincidiendo en como la vida se desconfigura sin internet, el 50% del trabajo esta condensado en el correo electrónico, siendo casi que el cuaderno de planeación semanal. La red social representa el elemento relacional de nuestro círculo de amigos, una posibilidad de ofrecer compañía, respaldo y manifestar el cariño que les tenemos como nunca  se ha hecho en presencia; inmediatamente se nombra el tema están dos de las compañeras actualizando o comentando el estado de un amigo, para lo cual alguien comenta lo desagradable que le resulta disponer de su tiempo para conversar, oxigenarse y disfrutar un poco de los compañeros de trabajo mientras el interés de ellos esta clavado en la pantalla del celular. Es importante aclara que esta persona no tiene un equipo con todas las aplicaciones, pues dice que el único uso de este aparato es el de entrada, salida de llamadas y directorio; algo que se presenta mucho en el medio en el cual trabajo, "área ambiental" pues esto significa un asunto de coherencia con lo que se es, con los principios que llevamos los ambientalistas tatuados en el alma y es la reducción de la generación y el consumo. Cada producto actualizado y reformado significa un impacto que se añade al interminable ciclo de contaminación, este es un punto algo complejo que sólo enuncio y en el que no me voy a detener mucho.

Finalmente se observa en internet una gran contribución al quehacer cotidiano siempre y cuando este sea propiciado en condiciones de libertad, como esa capacidad de independencia y de poder elegir que, como y cuando explorar la información que uno realmente quiere ver, pues de ser una imposición el panorama cambia y no se disfruta igual, (haciendo referencia a cursos y programas de formación). Casi que ha favorecido el autoestima porque en la mayoría de los casos (hablando de chats y rede sociales),  uno se puede presentar a otros como realmente es, develando sus gustos, sus pensamientos y sus formas de llevar la vida, con mayor seguridad y confianza, pues como bien lo expresaban no siempre es fácil manifestar las emociones ni los sentimientos en presencia del otro.

1 comentario:

  1. Hola Lina, traes un tema que quizá sea motivo de discusión de muchos grupos de amigos que al reunirse se dan cuenta que aunque están juntos, sus conversaciones se extienden a otros lugares virtuales y a otros personajes no presentes físicamente, gracias a las posibilidades que brindan los nuevos aparatejos electrónicos. Por lo regular esas discusiones terminan en que "entonces para que nos encontramos aquí, si era para no mirarnos?"
    Me ha tocado y casi siempre soy yo el que termina preguntando eso mismo, pues aunque me gustan los juguetes informáticos y las redes sociales virtuales, mucho mas me gusta el contacto físico y la comunicación cara a cara.
    Soy, como lo decía, enamorado de los juguetes y de las tecnologías, sin embargo creo que son un medio alternativo, una posibilidad cuando no se está cara a cara, cuando la distancia y el tiempo no cuadran; tampoco soy amigo de cambiar la visión cuasipanorámica nuestra por ver a través de una pantallita de máximo 3 pulgadas, me refiero a aquellos que en vez de disfrutar en vivo y en directo de lo que presencian, se dedican a tomar fotos y fotos y se pierden aquello que pueden ver... lo mismo ocurre cuando se sumergen en las profundidades de las redes sociales que les resta la posibilidad de disfrutar de sus amigos, de su red real y física, un absurdo propio de los humanos!

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